lunes, 30 de julio de 2007

RUMORES SOLO RUMORES


La realidad política es inexistente,mas bien una ficción que nos atrapa porque es amena aunque cargue con vacíos perpetuos. Todo gracias a los rumores que son la esencia de la política en la actualidad.Claro, a partir de ellos se dibujan los escenarios, las propuestas, las salidas y hasta los programas de nuestro futuro, y como simples ciudadanos quedamos sometidos a la superimaginación de los políticos.Cuando hablan, nos impresionan como seres responsables, adustos, cultos, hasta pensadores del nuevo siglo. Con solo decir “me han dicho que”, “he oído que”, “alguien confiable me dijo tal cosa”, ya se crea su realidad y desde ella existen. Señalan nombres, acusan, amenazan y hasta generan atracción.En muchos casos,con su apariencia, disimulan ser lo que son: vacíos, perversos y acotadamente inteligentes,y para corroborarlo, solo es necesario participar de una sesión legislativa.Para ellos, el rumor es su instrumento de trabajo. Pregonan informaciones sobre supuestos hechos que ocurren en las instancias gubernamentales y solo son producto de sus carencias, frustraciones, aspiraciones y anhelos inmediatos.Fabulan conspiraciones inexistentes que pretenden desestabilizar la democracia.No hay una sola fuente verídica, un estudio previo, un análisis puntual. A juzgar por sus actos no parecen tener tres segundos de silencio íntimo para reflexionar el efecto de sus mentiras e imaginación. O sea que la lengua siempre irá por delante de su cerebro. No me equivoco cuando dudo de las encuestas, porque parecería que los consultados son los mismos generadores de rumores. De otro modo no se entiende que la realidad de los políticos vaya por las nubes, mientras la de la gente común y silvestre está asentada en la tierra de las esperas y angustias cotidianas.Ahora bien (ojalá los analistas políticos puedan brindar un análisis más profundo), esta realidad parece ser hija de una sociedad irresponsable consigo misma. Primero, nos dejamos impresionar por sus habladurías, hacemos de sus comentarios nuestro motivo de conversación al llegar al trabajo, al compartir charlas en familia o con los amigos en el café. Para ello hace falta contar con algunos medios de comunicación otorgando espacio y tiempo.Finalmente, decidimos nuestras conductas políticas a partir de esa ‘realidad’ ,al votar por ejemplo.¿Será que somos tan dependientes de lo aparente y maravilloso? ¿Tenemos la grandeza intelectual de no pensar demasiado, sino solo de aceptar la magica imaginación de quienes nos dicen cualquier cosa y quedan a la espera del efecto que nos causa? ¿Nos da pereza la confirmación de un hecho, la búsqueda de la verdad plena y nos conformamos con oír versiones? ¿O será que nuestros referentes de responsabilidad, intelectualidad, ética y pensamiento, son tan escasos ya frente a la avalancha de una cultura light, en todo sentido?Yo creo que es nuestra arraigada dejadez histórica. No nos importa poner piedras en el camino, donde siempre tropiecen los que vengan detrás. A ello, eufemísticamente, algunos estudiosos lo llaman proceso. Si fuese así, entonces no se entiende, cómo otros países que han vivido desventuras sociales y económicas similares a las nuestras, han podido dar saltos de efectividad, eficiencia y responsabilidad en su vida política

3 comentarios:

tolenti dijo...

Yo por eso los ignoro

Rosario dijo...

es verdad! Mientras leia iba a decirte que nosotros hacemos lo mismo en nuestras charlas de cafe y ellos a mayor escala en el gobierno. Pero ya despues lo dijiste vos. Como que viene primero, la gallina o el huevo.
Me gustaria hacer como Tolenti, ignorarlos. Pero tampoco se puede, en realidad, porque nuestras vidas depende en gran medida de ellos, sus fantasias y sus rumores!
Aunque claro, pensar en esto deprime, y dan ganas otra vez de ignorarlos y vuelta a la gallina y el huevo!!!!!

Matías Maciel dijo...

Oso, ¡qué bueno encontrarte por acá! Es un placer leerte. Sin duda, más ganas tendré de que nos encontremos para el asado a mi vuelta.

Fuerte abrazo.
Matías